Ciberseguridad en México, prioridad en 2023
México incrementó si presupuesto en ciberseguridad al ser uno de los seis países con mayor vulnerabilidad cibernética en LATAM.
Para Ricardo Pulgarín, arquitecto senior de Soluciones de seguridad de Cirion Technologies, las empresas mexicanas enfrentan amenazas a la ciberseguridad que están orientadas a afectar al sector desde dos ángulos: el daño directo a su infraestructura y el ataque a los colaboradores (usuarios finales).
De este modo, los criminales cibernéticos utilizan amenazas que buscan comprometer las redes internas de las empresas, así como la conectividad de los usuarios internos y externos, los servidores y páginas web del negocio.
Asimismo, utilizan ingeniería social a través de la que, valiéndose de las emociones de los usuarios y explotando sus debilidades, aplican ataques como el phishing que en la actualidad se ha trasladado incluso a plataformas como WhatsApp, con mensajes de voz o códigos QR que despistan a las personas y las vuelven más endebles.
La falta de cultura de ciberseguridad, el error principal
El hecho de contar primero con herramientas y acciones, antes de establecer una estrategia, es lo que propicia la vulnerabilidad de la ciberseguridad; las empresas deben fortalecerse a través de políticas y estrategias claras para que todas las acciones de control formen parte de un ecosistema efectivo que blinde la información crítica del negocio.
La concientización y la inversión, aspectos a considerar
Diversas empresas están adquiriendo cierta madurez en temas de ciberseguridad, sin embargo, falta profundizar en cuanto a cultura y concientización acerca de las medidas para neutralizar los ataques.
La recapacitación es fundamental y debe estar respaldada por una correcta implementación de políticas y protocolos de ciberseguridad con un enfoque en seguridad informática, que se refiere a lo operacional y en seguridad de la información, que tiene que ver con la estrategia.
Si bien, toda implementación significa una inversión, el hecho de no realizarla, resulta más costoso al ser víctimas de un ataque que alcance a los usuarios y/o a las infraestructuras.
Se vuelve fundamental que las empresas arranquen con la definición de un plan en ciberseguridad que permita establecer políticas de seguridad de la información para, después y de acuerdo con ella, definir las herramientas, controles y procesos idóneos que deben aplicarse, además de elegir un socio estratégico que las apoye para implementar este plan, a la vez que les permite concentrarse en el centro de su negocio.