Shake-33: arme una fiesta publicitaria a donde vaya
Evaluamos el equipo de sonido, ideal para propaganda de un piso de venta o reunir a invitados en una celebración conmemorativa.
Ciudad de México. Las reuniones y los eventos para atraer al público tienen algo en común: la música a buen volumen. Y cuánto es bueno es la pregunta; el suficiente como atraer de la calle a los curiosos que pasen al interior del inmueble y descubran la apertura de una nueva tienda que está inaugurando su cliente o bien, una fiesta por un mérito cumplido (aniversario, promociones del mes patrio, rebaja por liquidación de temporada) que bien pueden ayudarle a su cliente a motivar a más compradores acercase por mera curiosidad.
Es parte de la propuesta que pudimos concluir tras evaluar el Shake-33 de Sony, un hace-fiestas instantáneas por su composición de sonido y administración remota a gran distancia, aunque empezaremos por lo básico. El equipo está constituido por dos bocinas de amplias dimensiones (410 mm x 610 mm x 376 mm, cada una) más una unidad central de 505 mm x 160 mm x 350 mm. Su potencia de salida es de 2200 W y cuenta con modos que mejoran el tipo de audio que esté en ese momento reproduciéndose, por citar: música, videos, futbol y videojuegos.
Lo que llama de inmediato la atención (además de su prominente juego de Bass), es el colorido del equipo que puede personalizarse para estar en sintonía al evento en turno. El usuario puede elegir una decena de distintos tonos y ritmos para que las luces se enciendan en una gama de tonos y secuencias específicas. Por ejemplo, si elige el modo Rasta, los significativos colores verde y rojo encenderán tanto el woofer de 300 mm en diámetro de su cono, como el control de volumen en su módulo central, en seis distintas secuencias rítmicas.
La construcción de las bocinas sin duda es su valor más atractivo. Además del colorido que proponen, cada bocina tiene los tres elementos fundamentales de un buen audio: grabes a partir de un Bass de 300 mm, tonos medios en un cono ubicado en la parte superior de 100 mm, más un tweeter de 25 mm. Este diseño de tres vías se complementa con una función Bass Bazuca. Al activarla, el tono grave se vuelve más profundo y significativamente relevante, creando un efecto concierto.
Al realizar las pruebas, sin duda el efecto es sumamente notorio y contundente. Tanto la voz de las personas grabadas en una sesión de concierto como los efectos de un buen videojuego se reproducen con enorme diferencia al utilizar esta propiedad del equipo, al punto que seguramente la mantendrá encendida la mayoría de las veces. Esto se debe a su construcción interna que permite al subwoofer ubicado en la base del equipo, aumentar en hasta 6 decibeles el efecto sonoro de los graves, denominado como tecnología Sound Pressure Horn.
Desempeño y claridad de audio
La realidad de estos equipos es su propósito que coloquialmente se conoce “para despertar al vecino”. Y en efecto, la frase hace ejemplo a que el sonido está diseñado para atravesar las paredes de un inmueble y continuar el camino auditivo para llamar la atención y por tanto, direccionarlos a la fuente sonora.
Para tales fines, Sony ha puesto muy a la par la aplicación móvil para Android y iOS. Si decide usar su teléfono inteligente como control remoto, podrá tener las funciones principales del equipo en la palma de su equipo. El proceso es por demás simple: al encender el equipo y no detectar fuentes de alimentación, busca en automático la conexión Bluetooth.
También puede hacerlo en el momento que se requiera tan sólo con presionar el botón correspondiente ubicado en la sección izquierda inferior del equipo de control. Al conectarse con su teléfono, lo mandará a la tienda correspondiente para descargar gratuitamente la aplicación SongPal, la cual funciona como mando a distancia del Shake-33.
Dentro se encuentran todas las funciones descritas en la carátula del equipo como es elegir entre reproducción de CD, Audio auxiliar, Radio, o bien, puede elegir aplicaciones compatibles instaladas en el teléfono para reproducirlas en el equipo de sonido Sony, entre ellas la aplicación nativa de Música.
Una vez seleccionada la fuente, puede elegir entre el ecualizador personalizado o bien, elegir cualquier de los modos prestablecidos para mejorar la experiencia auditiva. El rango de audio con una distinción significativa es bastante amplia: puede seguir subiendo o bajando el audio desde la aplicación aunque se encuentre en un nivel del inmueble, distinto a donde reside el monstruoso poder del equipo.
Probamos a distintos volúmenes y fuentes de audio el equipo, entre canciones con formato comprimido hasta calidad de estudio profesional. El rango óptimo comienza a la mitad del equipo y no sufre deformación aunque lo suba a tres cuartas partes del volumen máximo. A máximo volumen la intención claramente debe ser un ambiente de exteriores con la recomendada elevación de los altoparlantes para tener mejor cobertura auditiva. La recomendación es no intentar hacer pruebas muy de cerca pues podría tele-transportarse a un videoclip de los Beatles, versión 4D.
Si baja el sonido a menos de la mitad, el colorido y profundidad de graves que logra el sonido se pierde, por lo que no es lo más recomendable para sesiones de estudio o concentración de un grupo de yoga.
De acuerdo a nuestras pruebas, la atmósfera que recrea el equipo le permite ambientar cualquier reunión social y es un aliado al momento de generar tráfico de personas al interior de un local. La combinación de efectos visuales con potencia de los graves lo hacen muy recomendable para exteriores, como puede ser la apertura de una nueva sucursal, atraer ambulantes de la bulliciosa calle y por supuesto las fiestas que seguramente podrán animar el aniversario de la tienda de su cliente; mientras la distancia de conexión inalámbrica es altamente apreciada para controlar el desempeño del equipo de una forma discreta.
La doble entrada USB y los controles para manipular los formatos de audio populares (como MP3) es parte de las prestaciones del equipo. Rescatamos otra función de conexión como NFC aunque no podrá deambular por “el salón de baile” con tanta liberta como lo haría con el Bluetooth, así como los efectos de DJ que pueden entrar a gusto de cada persona. No obstante, una entrada para micrófono habría sido la cereza del pastel para publicidad en exteriores.
El Shake-33 de Sony resultó ser una buena opción para armar una estrategia comercial en el ya de por sí competido mundo del piso de venta. Ciertamente, el peso no es lo ideal para considerarse móvil (18.5 Kg por altoparlante, más 7 Kg de la unidad central), pero si consideramos el arreglo de sonido que suelen colocarse para el mismo propósito, la calidad y la implementación resultan superiores en esta versión de Sony; por un lado, puede transportarse con mayor facilidad, mientras la fidelidad de audio en altos volúmenes resulta más atractiva sin agredir el oído de los paseantes.